Semana Santa en el Cole!!!
Triduo Santo
Cuando llegaba a Jerusalén para celebrar la pascua, Jesús les pidió a sus discípulos traer un burrito y lo montó. Antes de entrar en Jerusalén, la gente tendía sus mantos por el camino y otros cortaban ramas de árboles alfombrando el paso, tal como acostumbraban saludar a los reyes.
Los que iban delante y detrás de Jesús gritaban:
“¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”
Entró a la ciudad de Jerusalén, que era la ciudad más importante y la capital de su nación, y mucha gente, niños y adultos, lo acompañaron y recibieron como a un rey con palmas y ramos gritándole “hosanna” que significa “Viva”. La gente de la ciudad preguntaba ¿quién es éste? y les respondían: “Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea”. Esta fue su entrada triunfal.
Este día recordamos la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, en la que les lavó los pies dándonos un ejemplo de servicio. (En la época en que vivió Jesús no había autos, ni camionetas, ni motos, ni bicicletas… la gente se trasladaba casi siempre caminando. Usaban sandalias y los caminos eran de tierra, ¡cómo se ensuciaban los pies!!!! Por eso, cuando llegaban a una casa se los tenían que lavar y de esto se encargaban los sirvientes. Jesús se hace servidor de todos al hacer este gesto y nos pide que lo hagamos con los demás).
En la Última Cena, Jesús se quedó con nosotros en el pan y en el vino, nos dejó su Cuerpo y su Sangre.
Es el Jueves Santo cuando instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio. Al terminar la Última Cena, Jesús se fue a orar al Huerto de los Olivos.
El día de su muerte clavado en una cruz. Destacar los momentos más importantes, no los más crueles: el camino de la cruz, Jesús cargando con la cruz sobre sus espaldas, y sus caídas bajo su peso, el momento que consuela a su madre y a las mujeres que lloran en la calle, siendo desnudado delante de todos, luego clavado en el madero, perdonando a sus victimarios y luego entregando su espíritu en manos de su Padre de los cielos.
Este día recordamos la Pasión de Nuestro Señor:
La traición de Judas,
El abandono de los apóstoles,
Su prisión,
Los interrogatorios de Herodes y Pilato,
La flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión.
Este día no se celebra la Santa Misa. El sacerdote lee la Pasión de Cristo, se adora la cruz y se comulga.
El altar queda sin mantel, sin flores, sin velas, sin Jesús en el Sagrario.
El sábado recuerda el día que pasó Jesús entre la muerte y la Resurrección. Es un día de luto y tristeza pues no tenemos a Jesús entre nosotros. Los sagrarios están abiertos, no hay misa ni se comulga durante el día.
También se suele rezar el rosario y acompañar a Nuestra Madre Santísima.
Por la noche se lleva a cabo la Vigilia Pascual en la que nos preparamos para el momento de la Resurrección de Jesús.
La experiencia triste de la Virgen que ve cómo tratan a su Hijo, tan tristes como las de las madres de hoy que ven a sus hijos morir en la guerra, o en los atentados, o víctimas de la violencia o alguna enfermedad incurable.