Fidelidad creativa al carisma
Nosotras encarnamos hoy la herencia espiritual del fundador y el patrimonio de cultura que el Instituto ha elaborado a lo largo de casi dos siglos de “historia sagrada” (DF 18). Conscientes de la creatividad profética que el carisma educativo sabe desarrollar en cada tiempo y en cada lugar, nos abrimos a la “promesa” de Dios en los desafíos de la historia actual, con el discernimiento y la audacia de nuestro ser mujeres abiertas al Espíritu (VC 48), en la Nazareth de cada día como María. Somos, por consiguiente, «libres en la continuidad y fieles en la nove-dad».